La caída de Facebook que tuvo lugar el miércoles de esta semana fue la peor en la historia de la red social. Y lo primero que se apresuró a decir la compañía pocas horas después de que ocurriera es que no se trató de un ataque cibernético.
Pero, ¿cómo se explica que se cayeran a la vez los sistemas de Facebook, WhatsApp, Instagram y Messenger si no hubo hackers involucrados?
El alcance fue enorme y de una escala nunca vista: durante al menos 14 horas, los cerca de 2.300 millones de usuarios de Facebook, los más de 1.500 de WhatsApp y los 1.000 millones de Instagram experimentaron fallas en el uso del servicio.
Los problemas se detectaron a las 16:00 GMT del miércoles y se resolvieron en torno a las 6:00 GMT del jueves.
"Estamos trabajando para resolver el inconveniente lo más pronto posible", manifestó en Twitter la compañía de Mark Zuckerberg al poco de conocerse la noticia.
Horas después -a las 24 horas desde que se iniciara el problema- anunció que el problema estaba resuelto: "Nuestros sistemas se están recuperando. Lamentamos mucho los inconvenientes y agradecemos su paciencia".
Y ofreció la siguiente explicación:
"Como resultado de un cambio en la configuración en el servidor, mucha gente tuvo problemas para acceder a nuestras aplicaciones y servicios".
La empresa también señaló que ese cambio "desencadenó una serie de problemas en cascada" en todas sus plataformas.
Pero el hecho de que la red social se demorara un día entero en ofrecer cualquier tipo de explicación levantó sospechas.
"Meteduras de pata"
Algunos analistas han cuestionado el tiempo que le tomó a la red social aclarar lo ocurrido.
"El lema de Facebook siempre fue 'muévete rápido y rompe cosas'. Eso está bien cuando eres una startup innovadora, pero cuando miles de millones de personas usan tu sitio cada mes, no es una buena manera de gestionar el negocio", le dijo a la BBC el analista de seguridad independiente Graham Cluley.
Es importante tener en cuenta que las fallas afectaron tanto a los usuarios como a las empresas que se anuncian en Facebook e Instagram, que son los verdaderos clientes de la red social.
"Cuando sitios populares como estos se caen, mucha gente suele pensar que hay una explicación siniestra, como un ciberataque", explicó Cluley.
"Sin embargo, cualquiera que haya trabajando en tecnologías de la información durante algún tiempo sabe que las meteduras de pata son demasiado habituales. No siempre se deben culpar a los cibercriminales".
También se criticó la falta de detalles sobre el supuesto fallo del servidor.
El periodista tecnológico Kieren McCarthy, basado en San Francisco, EE.UU., escribió una columna en The Register que encabezó con la siguiente pregunta: "¿Es un solo tuit suficiente cuando millones de personas se han visto afectadas?"
"Esa breve y vaga explicación -sin promesas de que esté por venir un informe en profundidad- ha dejado a usuarios y analistas sorprendidos y decepcionados", escribió McCarthy.
"De cualquier compañía que proporcione un servicio de tamaño e impacto similar, como una operadora de telefonía móvil, se esperaría que proporcionara actualizaciones constantes y que hiciera que sus ejecutivos explicaran públicamente qué salió mal".
En la cuenta personal de Mark Zuckerberg no hay ningún post sobre la caída del servicio.
"En nuestra experiencia, las empresas de comunicación se esfuerzan por salir en los medios y explicar las principales interrupciones para mantener la confianza del público en su servicio", añadió el periodista.
"Se sienten bajo la obligación de explicar qué está pasando. Pero en Facebook no es así".
Una de las explicaciones más detalladas sobre lo que pudo haber ocurrido fue aportada por Alex Stamos, un científico informático que fue jefe de seguridad en Facebook.
Stamos dijo en Twitter que aunque no tiene "ninguna información" que se refiera específicamente a la caída de Facebook", las interrupciones masivas en los sistemas de distribución puede seguir un patrón según el cual "el sistema automatizado no sabe cómo manejar el problema y se queda atrapado en algún tipo de bucle, que termina causando más daños".
"Los humanos tienen entonces que intervenir, detenerlo y reiniciar una compleja red de servidores independientes en cientos de miles de sistemas".
Pero, más allá de los problemas técnicos, esa falla masiva pone de relevancia el poder de Facebook, un servicio que va mucho más allá de recordatorios de cumpleaños y fotos compartidas, y que se ha convertido en una gran empresa que, si falla, "puede poner en riesgo a nuestra sociedad, seguridad pública e incluso a nuestra economía", declaró McCarthy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario